El bar de tu alegría.

Expulsado, exiliado, y al olvido condenado, de ese tétrico y recóndito lugar en donde mis penas se refugian, ahí donde pasaba mis noches en vela, ahí donde ya nos soy bienvenido por falta de dolor.

Ahora en solitario, recorro las calles de esta fría ciudad, calentada por un nuevo sol, y con gran entusiasmo me refugio en el único sitio donde he sido bienvenido, don de he sido aceptado sin ningún prejuicio en "El bar de tu alegría".

Ese pequeño lugar de aspecto rosa, perfumado por un asfixiante olor a fresa, ahí donde trago a trago mi dolor desaparece y lenta mente soy embriagado por esa dulce sonrisa que me regalas, acompañada de los cálidos pasa bocas de tus abrazos, pasa bocas que calientan mi alma y mi frío corazón, en ese lugar donde muere mi apatía con la deliciosa compañía de tus palabras, palabras de dulce sabor que reconfortan el alma de este triste y melancólico mago.

1 comentarios:

Snif Snif... tu tienes un don muy bonito, la capacidad de juagar como un verdero mago con la tristeza y lo bello en un mismo tiempo y espacio. Bienvenido de nuevo a estas rutas.

Saludos.

7 de agosto de 2008, 9:04  

Entrada más reciente Entrada antigua Inicio