Hilos.

Invisibles como el viento, pero fuertes cual inclemente tormenta.
Lo cierto es que de ellos todos pendemos, lo cierto es que de ellos todos juguetes somos.

Quisiera ofrecerte algo mejor que lo que nos queda,
pero como títere de este cruel ente, tan sólo tienes de mí agonía.

Excúsame por las tenues acciones que emprendo y se desvanecen,
mis deseos son tan fuertes como los dedos del titiritero, pero él es de mi cuerpo el más celoso carcelero.

Un día, cuando esta celda material abandonemos, te mostraré todo lo que quise juntos proyectar.
No obstante seguiré a merced de tus ojos, aunque con mi muerte haya escapado a los hilos del destino,
encontraré feliz prisión en la mirada de tu alma.

Autor: Christopher.
Paladín de Corellon Larethian.

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